Un resistor o resistencia es un componente electrónico
utilizado simplemente para añadir, como su nombre indica, una resistencia
eléctrica entre dos puntos de un circuito. De esta manera, y gracias a la Ley
de Ohm, podremos distribuir según nos convenga diferentes tensiones y
corrientes a lo largo de nuestro circuito.
Debido al pequeño
tamaño de la mayoría de resistores, normalmente no es posible serigrafiar su
valor sobre su encapsulado, por lo que para conocerlo debemos saber interpretar
una serie de líneas de colores dispuestas a lo largo de su cuerpo. Normalmente,
el número de líneas de colores son cuatro, siendo la última de color dorado o
bien plateado (aunque puede ser de otros colores también). Esta línea dorada o
plateada indica la tolerancia de la resistencia, es decir: la precisión de
fábrica que esta nos aporta. Si es de color dorado indica una tolerancia del
+5% y si es plateada una del +10% (otros colores –rojo, marrón, etc. – indican
otros valores). Por ejemplo, una resistencia de 220 Ω con una franja plateada
de tolerancia, tendría un valor posible entre 198 Ω y 242 Ω (es decir, 220 Ω
+10%); obviamente, cuanto menor sea la tolerancia, mayor será el precio de la
resistencia.
Las otras tres líneas
de colores indican el valor nominal de la resistencia. Para interpretar estas
líneas correctamente, debemos colocar a nuestra derecha la línea de tolerancia,
y empezar a leer de izquierda a derecha, sabiendo que cada color equivale a un
dígito diferente (del 0 al 9). La primera y segunda línea las tomaremos cada
una como el dígito tal cual (uno seguido
del otro) y la tercera línea representará la cantidad de ceros que se han de
añadir a la derecha de los dos dígitos anteriores. La tabla para conocer el
significado numérico de los posibles colores de una resistencia es la
siguiente:
También
nos podemos encontrar con resistencias que tengan cinco líneas impresas: en ese
caso, su interpretación es exactamente igual, solo que en vez de dos disponemos
de tres líneas para indicar los tres primeros dígitos del valor de la
resistencia, siendo la cuarta la que representa el multiplicador y la
quinta la tolerancia. Algunas
resistencias incluso tienen hasta seis líneas impresas (son las más precisas,
pero en nuestros proyectos pocas veces las necesitaremos); en ese caso, lo
único que cambia es que aparece una sexta línea a la derecha de la línea de la
tolerancia indicando un nuevo dato: el coeficiente de temperatura de la
resistencia, el cual nos informa sobre cuánto varía el valor de esa resistencia
dependiendo de la temperatura ambiente (medida en ppm/ºC, donde 10000 ppm =
1%). Otras resistencias (especialmente las de reducido tamaño, como las
soldadas directamente a la superficie de una placa de circuito impreso)
utilizan, en lugar de colores, una secuencia de tres dígitos para indicar las
dos primeras cifras del valor de la resistencia y su multiplicador.
Ha de quedar claro
que aunque para conocer el orden de las franjas y leer el valor de una
resistencia hemos de colocar está en un sentido determinado, los resistores no
tienen polaridad. Esto quiere decir que a la hora de conectarlo en un circuito,
es indiferente conectar sus dos terminales en un sentido o del revés.
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